En la actualidad, muchas personas adultas y familias se preguntan si ciertos síntomas que experimentan podrían estar relacionados con un trastorno como el Trastorno por Déficit de Atención (TDA), Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o Trastorno del Espectro Autista (TEA). Pero, ¿cuándo es una señal de alerta y cómo saberlo con certeza?
Síntomas más comunes de TDA, TDAH y TEA
A menudo, algunos comportamientos pueden parecer simplemente rasgos de personalidad o hábitos adquiridos, pero en realidad podrían indicar un trastorno neurodivergente. Algunos signos clave son:
TDA y TDAH:
- Dificultad para concentrarse en tareas largas o aburridas.
- Pérdida frecuente de objetos importantes.
- Olvidos constantes o despistes.
- Sensación de inquietud o necesidad de movimiento constante (en el caso del TDAH).
- Impulsividad, dificultad para controlar lo que se dice o hace.
- Problemas para organizar el tiempo y priorizar tareas.
TEA (Trastorno del Espectro Autista):
- Dificultades en la comunicación social.
- Dificultad para comprender el sarcasmo o las indirectas.
- Intereses muy intensos en temas específicos.
- Sensibilidad sensorial extrema (ruidos, luces, texturas).
- Rutinas muy marcadas y resistencia a los cambios.
¿Cómo verificar si tienes un trastorno neurodivergente?
Si te identificas con varios de estos síntomas, lo más recomendable es seguir estos pasos:
- Autocuestionarios y tests online: No son diagnósticos definitivos, pero pueden dar una idea de si hay indicios de TDA, TDAH o TEA.
- Consulta con un especialista: Un psicólogo o neuropsicólogo puede evaluar tus síntomas y realizar pruebas específicas.
- Historial personal y familiar: Muchas de estas condiciones tienen un componente genético, por lo que revisar antecedentes familiares puede ser clave.
- Evaluación multidisciplinaria: En algunos casos, se requiere la opinión de médicos, terapeutas ocupacionales o especialistas en desarrollo.
¿Por qué es importante verificarlo?
Tener un diagnóstico adecuado puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida, implementar estrategias efectivas y acceder a recursos que pueden hacer la diferencia en tu día a día.
Si sospechas que podrías tener TDA, TDAH o TEA, no dudes en buscar ayuda profesional. Reconocerlo es el primer paso para encontrar soluciones y mejorar tu bienestar.
¿Te has sentido identificado con alguno de estos síntomas? Comparte tu experiencia en los comentarios.

